En las montañas de la Península Ibérica habita una especie de mamífero emblemática: el rebeco ibérico. También conocido como gamo de los pirineos, este animal es una de las principales atracciones turísticas en las zonas montañosas de España y Portugal.
El rebeco ibérico se encuentra en las zonas más montañosas de la Península Ibérica, desde los Pirineos hasta Sierra Nevada. Prefiere vivir en pendientes escarpadas y rocosas, con altitudes que pueden superar los 2.500 metros sobre el nivel del mar. Su presencia es más común en los Países Vascos, Cataluña y Aragón, pero también se pueden avistar en zonas de Castilla y León, Madrid, Galicia, Asturias y Cantabria.
El rebeco ibérico es un animal elegante y hermoso, con patas largas y delgadas que le permiten desplazarse con facilidad en terrenos rocosos. Su piel es densa y de color marrón grisáceo, con la parte inferior blanquecina. Tienen un tamaño medio, llegando a pesar 50 kilos y a medir alrededor de un metro y medio de longitud, incluyendo la cola.
La característica más distintiva de los rebecos es su cornamenta, que sólo tienen los machos. Estas cuernas pueden crecer hasta un metro de longitud y están formadas por una serie de ramas que se van bifurcando desde la base. Las hembras, por el contrario, no tienen cuernas o si las tienen, son mucho más pequeñas.
Los rebecos ibéricos son animales herbívoros y se alimentan de plantas como hierbas, setas, líquenes y brotes de árboles. Su estómago es complejo y les permite aprovechar al máximo los nutrientes de los alimentos, lo que les ayuda a sobrevivir en las duras condiciones de las montañas.
Aunque suelen vivir en pequeños grupos familiares, los rebecos ibéricos pueden ser bastante territoriales, especialmente los machos, que pueden llegar a luchar por el control del territorio y de las hembras. Son animales de hábitos diurnos y raramente se dejan ver por los humanos, lo que los convierte en un objetivo difícil para la caza furtiva.
El rebeco ibérico es actualmente una especie protegida y figura en la lista de especies vulnerables de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La principal amenaza para su supervivencia es la pérdida de hábitat debido a la construcción de infraestructuras, así como la caza furtiva y la introducción de enfermedades por parte de otras especies.
El rebeco ibérico es una especie emblemática de nuestra fauna ibérica. Su elegancia y belleza, unida a la dificultad de avistarlos en su hábitat natural, lo convierten en un atractivo para el turismo de naturaleza y la actividad montañera. Debemos seguir trabajando por su protección y conservación, para asegurar que esta maravillosa especie siga habitando nuestras montañas.