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Por la cordillera del Atlas en Marruecos

Por la cordillera del Atlas en Marruecos

Introducción

El Atlas es una cadena montañosa que discurre a lo largo del noroeste de África, en Marruecos, Túnez y Argelia. Esta cordillera cuenta con una longitud de más de 2.400 kilómetros y está dividida en tres secciones en función de su altitud y relieve. En este artículo nos centraremos en la sección central, conocida como el Atlas Medio o Alto Atlas, y en nuestra experiencia recorriendo sus cumbres y valles.

¿Cómo llegar al Atlas?

Para llegar al Atlas desde Marrakech, la ciudad más cercana, es necesario dirigirse hacia el sur hasta llegar a las pequeñas localidades de Imlil o Oukaimden. Ambas son puntos de partida comunes para los amantes del montañismo que desean adentrarse en las rutas del Atlas.

El Alto Atlas

El Alto Atlas es la sección más elevada de esta cordillera y cuenta con más de 30 picos que superan los 4.000 metros de altura. Entre ellos, se encuentra el Toubkal, la cumbre más alta del norte de África con sus 4.167 metros. Esta región es ideal para aquellos montañeros que buscan un reto, ya que las rutas son más exigentes y técnicas que en otras partes del Atlas.

La ascensión al Toubkal

La ascensión a la cumbre del Toubkal suele ser una de las rutas más populares entre los montañeros que visitan el Atlas. Aunque no es especialmente complicada, sí que se requiere un buen estado físico y una cierta experiencia en la montaña. La ruta comienza en la localidad de Imlil y transcurre a través de un entorno de gran belleza natural, con gargantas, bosques de encinas y cascadas.

  • Día 1: La primera jornada se dedica a llegar al refugio base, situado a 3.200 metros de altura. La ruta de 5 horas transcurre por un camino pedregoso y empinado que, poco a poco, nos va aproximando hacia la cumbre.
  • Día 2: El segundo día es el más duro, ya que hay que llegar hasta la cima del Toubkal y después descender al refugio base. La ascensión puede llevar entre 4 y 6 horas, dependiendo de las condiciones meteorológicas y el ritmo de cada montañero. Desde la cima se pueden divisar impresionantes vistas panorámicas de todo el Atlas. La vuelta al refugio puede llevar entre 2 y 3 horas.
  • Día 3: El tercer día se dedica a regresar a Imlil, pasando por las aldeas bereberes que se encuentran en el camino y disfrutando de las vistas y la tranquilidad del entorno.

El Jbel Siroua

El Jbel Siroua es otra de las cumbres más interesantes del Alto Atlas. Aunque su altura sea menor que la del Toubkal, con 3.305 metros, su ascenso es más técnico y complejo. La ruta comienza en la localidad de Taliouine, que se encuentra a unas 6 horas en coche de Marrakech.

  • Día 1: La primera jornada consiste en llegar al refugio de Toubkal, situado a 3.000 metros de altura. La ruta transcurre por un terreno bastante abrupto y exigente. Es recomendable descansar bien en el refugio, ya que el día siguiente será muy intenso.
  • Día 2: El segundo día nos lleva hasta la cima del Jbel Siroua. La ruta es bastante técnica y requiere el uso de cuerdas en algunos tramos. Desde la cima, se puede disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de toda la cordillera del Atlas. La vuelta al refugio puede llevar unas 4 horas.
  • Día 3: El tercer día se dedica a descender hasta Taliouine, disfrutando de las vistas del entorno y las aldeas bereberes que se encuentran a lo largo del camino.

El Atlas Medio

El Atlas Medio es la sección central de esta cordillera y cuenta con una altitud media de entre 1.500 y 2.500 metros. Esta parte del Atlas es ideal para aquellos montañeros que buscan rutas más suaves y relajadas, pero con la misma belleza natural de otras zonas de la cordillera.

El Valle del Ait Bouguemez

El Valle del Ait Bouguemez es una de las zonas más hermosas del Atlas Medio. Conocido como el "Valle Feliz", es un remanso de paz y tranquilidad rodeado de altas montañas y bellos paisajes. La mejor forma de recorrer este valle es hacerlo mediante una caminata de varios días que nos permita dormir en aldeas bereberes y disfrutar de la hospitalidad y la gastronomía de esta zona.

  • Día 1: La primera jornada se dedica a llegar a la aldea de Ikiss, situada en el corazón del Valle del Ait Bouguemez. La ruta es sencilla y transcurre por un sendero que bordea el río que corre por el valle.
  • Día 2: El segundo día se continúa la ruta hasta la aldea de Idoughagh. En este tramo, la ruta se adentra más en la montaña y las vistas son aún más espectaculares.
  • Día 3: El tercer día lleva a los montañeros hasta la aldea de Ait Imi, donde se puede disfrutar de una de las más hermosas vistas del Atlas Medio. La vuelta a Ikiss puede llevar unas 4 horas.

El Valle de las Rosas

Otra de las zonas más interesantes del Atlas Medio es el Valle de las Rosas, situado al sureste de la cadena montañosa. Esta zona es conocida por sus extensas plantaciones de rosas y su producción de aceite de rosa, pero también por la belleza natural de sus paisajes. La mejor forma de recorrer este valle es mediante una caminata de varios días, durmiendo en aldeas bereberes que se encuentran a lo largo de la ruta.

  • Día 1: La primera jornada comienza en la localidad de Kelaat-M'gouna y se dirige hacia la aldea de Agouti. Durante el camino se pueden observar las plantaciones de rosas que cubren los campos de esta zona.
  • Día 2: El segundo día se dedica a llegar a la aldea de Boutaghrar, situada en el corazón del Valle de las Rosas. La ruta es suave y transcurre por un sendero que bordea el río Dadès.
  • Día 3: El tercer día lleva a los montañeros hasta la aldea de Aït Youl, donde se puede disfrutar de impresionantes vistas panorámicas del valle y de las montañas que lo rodean. La vuelta a Kelaat-M'gouna puede llevar unas 5 horas.

Conclusión

El Atlas es una cadena montañosa que cuenta con una gran variedad de rutas y paisajes, perfectos para los amantes del montañismo. Ya sea en el Alto Atlas o en el Atlas Medio, las vistas panorámicas, la tranquilidad del entorno y la hospitalidad de las aldeas bereberes hacen que la experiencia sea inolvidable. Sin duda, el Atlas es una de las joyas naturales de Marruecos que todo montañero debería conocer alguna vez en su vida.